WORKSHOP

En una época en que las consultas ciudadanas, al elaborar ciertos proyectos urbanos, se han convertido en un elemento más “políticamente correcto” que real, y que consecuentemente se realizan con más resignación que convencimiento, más como un trámite que hay que pasar o como una manera de dirigir la opinión pública y no como una apuesta por la democracia participativa, creemos que es necesario que nos hagamos preguntas y planteemos alternativas.

Este workshop, en su modestia, más allá de recoger la opinión ciudadana sobre la ciudad de Barcelona, pretende llevarnos a reflexionar sobre las consultas y la participación ciudadana cuando “creamos ciudad”.

Si los niños y la niñas son unos de los principales usuarios de los espacios verdes, ¿porqué no se les pide su opinión?

Si la ciudad recibe cada año casi 3 millones de turistas, y estos son, además usuarios de la ciudad, una de sus principales fuentes de ingresos, ¿es lícito que no puedan participar en las consultas?

¿Porqué, en ciertos casos, no se pide la opinión de la gente hasta que el proyecto ya está muy definido?

¿No parece más interesante que las opiniones de todos estén a la vista, unas al lado de las otras, y así, establecer un diálogo o debate entre ellas?

¿No se convierte así, la consulta, no tan sólo en un proceso de recogida de opiniones, sinó también en un espacio de reflexión y aprendizaje colectivo e individual?

 

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Comisarios. El Globus Vermell