Reflexiones sobre la ciudad ambientalmente sostenible
El desarrollo urbano y territorial

El fenómeno de la localización, fuera de la ciudad, de los centros comerciales, de los parques de oficinas y de negocios, de los grandes desarrollos turísticos y de ocio basados en la utilización del coche, significa que la contribución de los vehículos a motor a las emisiones de dióxido de carbono aumenta cada vez más. Así, en la Gran Bretaña, por ejemplo, las emisiones han aumentado del 13 % en 1979 al 23% en 1993.

La edificación es una componente fundamental del desarrollo urbano, y los modelos de desarrollo tienen un efecto directo sobre el transporte. Por ejemplo, el desarrollo urbanístico basado en viviendas unifamiliares, a modo de ciudades jardín, separadas y alejadas de los servicios y mercancías más necesarias, en su funcionamiento tienen un impacto ambiental superior a otros, ya que tienen una dependencia dominante del automóvil.

En efecto, el transporte en automóvil, desde el punto de vista medioambiental, está claramente asociado al consumo de combustibles de origen fósil (gasolina y gasóleo). Esta combustión produce una cantidad importante de emisiones al aire (S02, NOx, etc.), de la que destacaremos el dióxido de carbono. El C02 es el gas que tiene mayor efecto sobre el calentamiento global del planeta, de modo que el incremento del transporte en vehículo origina un importante impacto negativo sobre el medio. En definitiva, los modelos urbanos dependientes del transporte ya no son ambientalmente sostenibles.

El planeamiento y el diseño urbano deben proponer alternativas que no estén basadas en la dependencia del automóvil, para disminuir su efecto sobre el medio ambiente. Los modelos de desarrollo urbano con altos niveles de residencia deben integrar el uso de vivienda junto a otras actividades: comercio, trabajo, ocio, etc. En definitiva, sería un modelo urbano de usos compensados.

En el desarrollo urbano, se debe prever y ordenar tipos edificatorios para usos diferentes a los de vivienda, de manera que sean el soporte de las actividades necesarias para la vida de la comunidad y que su marcha no dependa del automóvil. Los edificios donde se originan las actividades más necesarias están cerca de la vivienda, de forma que se accede a ellos mediante un corto recorrido, que incluso puede realizarse sin vehículo a motor.

Otros cambios, como por ejemplo en los sistemas productivos del teletrabajo, en pequeños grupos, en lugares más próximos al domicilio, o en la propia vivienda en solitario, también pueden contribuir a la reducción del transporte.