- La ingestión o inhalación de plomo es peligrosa para la salud.

- El contacto con la piel también es causa de ciertos riesgos para la salud.

Going Green, The Green Construction Handbook. Ove Arup & Partners. Lead, pág. 33.Bristol, JT Desing Build Ltd, 1993

El plomo es un material de uso común. Su durabilidad, densidad y maleabilidad lo hacen adecuado para una variedad de aplicaciones en la industria de la construcción. Por ejempl, como material de cubierta, en instalaciones eléctricas, en tuberías, soldadura, como aditivo para pinturas, y en aplicaciones singulares, como la protección de rayos-X y de la radioactividad.

Del mismo modo que los demás metales, su extracción origina un impacto ambiental importante; asimismo el proceso de fabricación consume grandes cantidades de energía y es polucionante.

El plomo es un veneno que se acumula en el organismo. Entra en el cuerpo por inhalición, ingestión o absorción en la piel. Tiene efectos perjudiciales para la salud porque ataca la sangre y causa daños en otros órganos. También produce deficiencias en el desarrollo de la inteligencia de los niños. Todavía no se ha establecido el mínimo nivel de exposición al metal que no produce efectos negativos en la salud, de manera que su uso es desaconsejable.

En varios países el uso de plomo está excluido de ciertas aplicaciones, como tuberías de conducción de agua, porque puede disolverse en el agua. No obstante, el plomo es útil en la construcción y es previsible que así continúe -en determinadas aplicaciones- durante algún tiempo. Así pues, es fácil encontrarlo en la restauración de edificios existentes. En estos casos deben tomarse precauciones porque la inhalación de polvo, por ejemplo del pulido o decapado de pinturas, son particularmente peligrosos.

El residuo de plomo es fácilmente reciclable y, por esta razón, el precio de la chatarra todavía es alto y su valorización es viable.

En general debe evitarse el uso del plomo en la construcción. Su efecto sobre la salud es pernicioso.

En las pinturas de protección de metales debe evitarse el uso del plomo. Otros tratamientos, por ejemplo a base de zinc, tienen menos peligro para la salud e incluso son más duraderos.

Es imprescindible sustituir el plomo como material de las tuberías de conducción de agua por otros metales o materiales plásticos.

En las cubiertas no es aconsejable emplear láminas de plomo. Pueden utilizarse láminas de otros metales o de materiales de síntesis.

El plomo solamente debe quedar para aplicaciones muy específicas, como para la protección de los rayos-X y de la radioactividad.