Materiales potencialmente peligrosos.
Plásticos y otros componentes químicos

"Hazardous building materials"

A guide to the selection of alternatives. Section II, Asbest and others natural materials, pág. 15-20 edited by S.R. Curwell and C.G. March. E & F.N. Spon Ltd, Great Britain, 1986

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"Plástico" es un nombre genérico que incluye un nombre muy grande de materiales. La mayoría de ellos los podemos encontrar aplicados en algún elemento de la construcción. Así, desde hace unos 30 años, los plásticos han ido substituyendo elementos que tradicionalmente eran de madera o de metal.

Todos los plásticos presentan una matriz molecular polimérica biológicamente inerte, y que por lo tanto no presenta ninguna peligrosidad. Aun así, normalmente los plásticos llevan incorporados una gran cantidad de otros materiales, ya sea para configurarles resistencia estructural, antioxidantes, estabilizadores de los rayos ultravioletas, plastificantes o moldeadores, etc. Ante la gran cantidad de tipos de plásticos y de aditivos hemos considerado que sería mejor exponer el grado de toxicidad general. En esta ficha, tampoco trataremos las enfermedades relacionadas con los procesos industriales.

Normalmente la toxicidad se produce a través de la ingestión y de la inhalación. La ingestión de algunos tipos de plásticos está relacionada con la ingestión directa (solamente en niños) y mediante la disolución en el agua. A pesar de todo, los plásticos utilizados en construcción son materiales inertes y de difícil degradación en partículas, siendo los riesgos bajos. La inhalación normalmente se produce cuando se puede volatilizar una cantidad determinada de partículas. El monómero vinilo clorito del PVC, el formaldehido y los ftalatos de ésteres son algunos de los componentes de los plásticos que se pueden volatilizar. Para que haya cierto riesgo, la concentración tiene que ser elevada y la ventilación nula. En este caso la peligrosidad también es baja, ya que casi siempre los espacios son ventilados y las concentraciones de los elementos volátiles en los plásticos son muy bajas.

Materiales de protección, insecticidas y fungicidas para la madera.

La madera en su estado natural no es origen de enfermedades importantes. El peligro está en los tratamientos sintéticos que se le aplican. Por ejemplo, los humos provenientes de un incendio pueden resultar irritantes y tóxicos, y afectan a los ocupantes del edificio, si hemos utilizado productos para preservar la madera, adhesivos, etc.

Los materiales utilizados para proteger la madera cada vez presentan más peligro de ser cancerígenos. En este caso, como pasa con lo plásticos, la peligrosidad dependerá de la ventilación y del grado de volatilidad de los componentes nocivos sintéticos. Así, habrá algunos elementos que penetrarán en la madera y no se volatilizarán (materiales inorgánicos, como el cobre, arsénico, estaño, etc.) y algunos otros que se irán volatilizando a lo largo de la vida del compuesto químico (pentaclorofenol, benzol hexaclorida y dieldrin), que son desaconsejables. Se han realizado diferentes estudios que han permitido comprobar que en una habitación revestida con madera tratada, el porcentaje de elementos tóxicos en el aire es superior al permitido. A pesar de todo, el riesgo disminuye con una adecuada ventilación y limitación de los materiales tóxicos.

Además, la madera situada en locales poco ventilados y húmedos puede pudrirse y provocar enfermedades asmáticas. También los tableros compuestos que utilizan adhesivos como aglomerados pueden emitir partículas descompuestas y otros componentes perjudiciales para la salud.

Principios de diseño.

Algunos productos químicos utilizados en los plásticos y en los tratamientos de protección de la madera resultan tóxicos. Esos productos deben ser sustituidos por otros menos peligrosos para la salud.

Aplicabilidad del principio

Como hemos podido observar, a pesar de que algunos materiales químicos presentan cierto riesgo de provocar enfermedades, éstas casi nunca afectan a los ocupantes del edificio ni a los operarios de la construcción. Esto se debe al hecho de que las concentraciones de elementos volátiles son bajas y a que actualmente la ventilación de los espacios es elevada. Aún así, es aconsejable utilizar compuestos que lleven adicionadas menos substancias tóxicas.

En el caso de la madera, se deben aplicar los tratamientos menos peligrosos para la salud, por ejemplo a base de aceites o barnices ecológicos. Pero, en este caso, la durabilidad del tratamiento será menor y, por lo tanto, nos veremos obligados a realizar un mantenimiento más exigente.

Aunque durante la vida del producto el riesgo de padecer enfermedades es muy bajo, cuando se derriba el edificio, los residuos de estos productos deben ser separados del resto y someterlos a tratamientos especiales ya que no son inertes.