Elementos de Construcción
La cubierta desde el punto de vista del impacto en el medio ambiente

La cubierta es el elemento constructivo del edificio, que en general está formada por más materiales diferentes. La cubierta contemporánea está compuesta por diversas capas, principalmente de: acabado y protección, de aislamiento térmico, de estanqueidad, y de formación de pendientes. En la práctica habitual, estas exigencias se resuelven con materiales que tienen un alto grado de independencia y hetereogeneidad entre sí.

Normalmente, las pendientes se forman con materiales tradicionales; los aislamientos con materiales plásticos o de origen mineral; la estanqueidad con membranas plásticas o bituminosas; y los materiales de pavimento y acabado son muy variados. Respecto a los materiales de estanqueidad y de aislamiento térmico, la industria que transforma derivados del petróleo tiene una participación muy activa que origina un alto impacto ambiental.

Los estudios que hemos desarrollado en capítulos anteriores sobre las soluciones constructivas de cubierta tenían un ámbito de análisis limitado a la cubierta plana. En cambio este estudio, a manera de conclusión de los anteriores, tiene un alcance más amplio, ya que algunas de las reflexiones y datos que se han obtenido en estos análisis pueden extenderse también a las cubiertas inclinadas.

Las técnicas y materiales empleados en algunas soluciones constructivas en ambos tipos de cubierta -excepto en la cubierta inclinada en la que no se dispone una membrana impermeable- son semejantes, de manera que las conclusiones pueden generalizarse. Es el caso, por ejemplo, de la similitud de los materiales que configuran la cubierta ventilada tradicional y los de la cubierta inclinada de teja cerámica, sobre un soporte de machihembrado cerámico que se apoya en unos tabiquillos conejeros. En ambas soluciones de cubierta, el impacto ambiental es semejante. También cabría destacar la semejanza de la cubierta ligera tipo Deck -en la que el soporte es de chapa metálica- con la cubierta inclinada, que tiene este mismo material de acabado.

En definitiva, los análisis anteriores nos permitirán tener una visión global más amplia, y aplicar los resultados a un conjunto mayor de soluciones de cubierta, que seguramente representan las más comunes. También debemos recordar que el estudio no alcanza a las soluciones de soporte de la cubierta. Por coherencia con los capítulos anteriores, esta estructura de soporte se analiza y desarrolla en los capítulos destinados a la estructura y a los forjados del edificio.

 

A continuación desarrollaremos una exposición que sintetiza los análisis parciales de las cubiertas planas, que tenían por objeto conocer el impacto ambiental de las soluciones constructivas estudiadas y la evaluación de los residuos que se originan. Ordenaremos el análisis en cuatro grupos, los definidos por las partes más significativas que componen la cubierta: formación de pendientes, aislamiento, solución de estanqueidad y acabado.

Formación de pendientes.

En las cubiertas planas, la formación de pendiente se hace habitualmente a base de hormigón ligero. Los espesores que comúnmente se utilizan son altos, de modo que la mayor parte del peso de la cubierta se emplea en esa función. Este aspecto del diseño constructivo de la cubierta es origen de un impacto ambiental elevado.

Los volúmenes de materiales sobrantes de la ejecución de la obra, y posteriormente de la demolición, son los más altos de las soluciones de formación de pendiente que hemos estudiado. Además, la baja resistencia de esos hormigones no facilita su reciclado, al utilizarlos, por ejemplo, como áridos en hormigones con prestaciones resistentes. En realidad, la mejor valorización de esos residuos debería ser, como en otros casos, emplear áridos ligeros para ese tipo de hormigón.

La solución constructiva de formación de pendiente de la cubierta que origina menos residuos es la que se consigue mediante la disposición inclinada de la propia estructura de soporte. Por ejemplo, con los forjados de hormigón inclinados para las cubiertas inclinadas, o los perfiles de la estructura de soporte, en la cubierta ligera tipo Deck. No obstante, la chapa de acero de soporte y formación de pendiente origina un impacto ambiental considerable, derivado del alto consumo de energía necesario para su fabricación. Aunque debemos considerar, en su beneficio, que el acero es el material de construcción por excelencia, que origina los residuos más fácilmente valorizables y tiene un índice mayor de reciclado.

Otro solución de soporte es el tradicional, a base de tabiquillos y tablero cerámico, que puede utilizarse tanto en las cubiertas planas como en las inclinadas, y que tiene un impacto ambiental digamos intermedio. No genera tantos residuos como el hormigón ligero; pero, en cambio, el consumo de energía de los materiales cerámicos es mayor que el de los hormigones ligeros.

En el momento actual, ya existen alternativas al soporte tradicional de obra de fábrica. Los soportes están formados por placas ligeras sobre perfiles de chapa. Estas soluciones industrializadas son menos pesadas, son desmontables y sus residuos son más fácilmente valorizables que los de obra de fábrica.

Materiales de aislamiento

El espesor del material de aislamiento necesario para satisfacer una misma prestación de aislamiento térmico en las cubiertas estudiadas son semejantes en las diversas soluciones estudiadas y, por lo tanto, su impacto ambiental también lo es.

En cambio, la distinta naturaleza del material sí que es origen de un impacto diferente. Así, en la fabricación de los materiales plásticos de aislamiento se consume mas energía que en los de origen mineral (lana de roca, y de vidrio). De modo que los otros impactos que se derivan de ese consumo -fundamentalmente de contaminación al aire- también son mayores.

La solución de la estanqueidad.

El programa de ACV que utilizamos en el estudio no incluye datos sobre el impacto ambiental de los materiales bituminosos y, en general, hay pocos datos suficientemente fiables sobre estos efectos. Aunque, en función de las referencias de que disponemos, juzgamos que el impacto de las membranas bituminosas es menor que las que tienen origen plástico.

En cuanto a las membranas plásticas, de las que sí conocemos datos fiables, la membrana de PVC tiene un impacto ambiental mayor que la de polietileno.

Los acabados.

Las cubiertas transitables requieren un pavimento de acabado, que tiene siempre un impacto ambiental mayor que cuando este pavimento no existe, como ocurre en las cubiertas no transitables. También ocurre lo mismo en las cubiertas inclinadas, que necesitan un material de acabado.

Sin embargo, si la cubierta no es transitable, la misma membrana impermeable puede emplearse como acabado, si está preparada para esa utilización. Y en los demás casos, también el acabado formado por la grava tiene un impacto menor que el pavimento. Incluso esa grava puede estar formada por áridos procedentes del machaqueo de residuos de edificación, de modo que se reduce el impacto ambiental, porque se utilizan materiales reciclados.

En las soluciones de la cubiertas de baja pendiente, formadas con placas conformadas de gran tamaño -es el caso de las chapas de acero que hemos estudiado-, el acabado es la propia placa que, además, puede ser el soporte del aislamiento, de forma que el número de capas de la cubierta es menor y por lo tanto se reduce el impacto final.

A modo de resumen, enunciaremos unos criterios elementales -por su facilidad y posibilidades real de aplicarlos en la construcción común- que reducen el impacto ambiental de las cubiertas.

  1. La cubiertas deben ser transitables solamente cuando sea imprescindible esa función. Y, aún así, en los casos en que sea posible, deben alternarse tramos de cubierta transitable con otros que no lo sean.
  2. La formación de pendientes debe conseguirse con la propia estructura de soporte, de manera que se reduzcan los espesores de hormigón ligero de la cubiertas. En el caso de las cubiertas inclinadas este problema no existe.
  3. Elegir tipos de cubierta de fácil transformación y mantenimiento, como es la cubierta invertida.
  4. Los pavimentos de cubierta no deben estar adheridos o en contacto con la membrana impermeable. Son más recomendables los denominados flotantes, porque componen una solución constructiva de mayor durabilidad para la membrana impermeable y, además, facilitan los trabajos de reparación y substitución.
  5. En la solución de la estanqueidad de la cubierta deben primar los criterios de geometría (solape, protecciones, etc.) sobre los de unión y sellado a base de productos adhesivos, que tienen mayor impacto ambiental y una duración limitada.
  6. Emplear membranas bituminosas que tienen un impacto ambiental menor que las de origen plástico.
  7. Cuando sea posible, conviene utilizar aislamiento de origen mineral en lugar de los de origen plástico, porque tienen un menor impacto ambiental.