Elementos de Construcción
Las particiones interiores desde el punto de vista del impacto en el medio ambiente

La fácil adecuación de los espacios habitables a unos usos y tamaños que con el tiempo cambian en su función y en su forma, hoy es una exigencia indiscutible. La diversidad de los programas de uso, los sistemas de vida y la evolución tecnológica de la construcción y de los servicios en los edificios, apuntan a la flexibilidad del espacio interior como respuesta a la necesaria diversidad.

Así, los sistemas constructivos que se utilizan en las particiones deben ser compatibles con los objetivos que nos proponemos, de manera que tienen que ser versátiles, flexibles en el uso, fácilmente transformables, registrables y substituibles.

Flexibilidad y transformabilidad

La transformabilidad del espacio habitable es cada vez más necesaria, no solamente en los edificios de servicios sino también en la vivienda. Se puede alcanzar la transformabilidad mediante la simple supresión o construcción de tabiques o la incorporación de particiones móviles. Aunque en general, esta última alternativa no es siempre tan eficaz como aparenta y tampoco son tan buenas aislantes del ruido como las soluciones fijas.

La solución a las exigencias que enunciábamos al principio incrementa la durabilidad funcional de la edificación, de manera que el sistema constructivo de partición que se adopte tiene una influencia significativa en el medio ambiente. En este sentido, clasificaremos las soluciones habituales de partición del espacio interior en tres tipos genéricos:

1. Sistemas industrializados desmontables.

Los sistemas industrializados se pueden montar y desmontar con facilidad y, además, permiten varios usos. Son los que se adaptan mejor a las dimensiones de los nuevos espacios y los que originan menos residuos.

2. Sistemas fácilmente transformables, de un solo uso.

Hay otros sistemas de partición fácilmente transformables, pero que admiten un solo uso (es el caso de los tabiques de cartón-yeso) y, por lo tanto, originan más residuos. No obstante, estos residuos están formados por materiales homogéneos, que se separan con facilidad, y sus residuos son valorizables.

En general, los sistemas 1 y 2 permiten un tendido de las canalizaciones de servicios a través de su interior. También permiten una transformabilidad simple de estos tendidos, y originan pocos residuos.

3. Particiones tradicionales de obra de fábrica.

Los tabiques y tabicones tradicionales de obra de fábrica son los elementos menos transformables de los tres tipos que exponemos. Además, tampoco facilitan la necesaria registrabilidad, mantenimiento y substitución de las canalizaciones de servicios que los recorren, sin tener que originar una cantidad importante de residuos.

También en el proceso de ejecución producen una importante cantidad de residuos, que se originan en las regatas necesarias para empotrar las canalizaciones eléctricas o de agua. Finalmente, los residuos de demolición que se originan están muy cargados de yesos -habitualmente los delgados tabiques están enyesados a ambas caras-, son poco valorizables y acaban llenando los vertederos.

Algunos principios de diseño.

  1. Para satisfacer la exigencia de aislamiento acústico entre los espacios interiores, conviene adoptar la solución de utilizar particiones ligeras, que incorporan materiales específicos de aislamiento acústico en su interior, porque es mejor que las soluciones pesadas de obra de fábrica.
  2. Emplear sistemas constructivos con cámara de aire en el interior, de manera que el tendido de las canalizaciones de servicios y su mantenimiento o substitución sea sencilla.
  3. Los sistemas más adecuados son los formados por delgadas placas de acabado, fijadas a ambas caras de una estructura de entramado de soporte.
  4. Las uniones entre los elementos del sistema de partición y con el techo o suelo deben ser reversibles y no destructivas, de manera que faciliten el desmontaje y su nueva utilización.